Hoy y a medida que se acerca la navidad, y por descontado las fiestas de muchos pueblos, no puedo mas que recordar a mis dos perrillas cada vez que escuchan una traca o castillo de fuegos, se ponen a ladrar y a temblar como locas ( y como ellas muchísimos perros más ) y nó, no lo hacen para fastidiarnos, con su oido mucho más fino que el nuestro, les deben de estar explotando los timpanos.
Por ello al ver esta campaña y consecuentemente a lo antes explicado no puedo mas que sumarme a ella.
Firmado: Kenya y Lola
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